La palabra Ayurveda proviene del sánscrito y significa literalmente «la ciencia de la vida». Este fascinante sistema no solo estudia la existencia humana, sino que también explora el mundo natural, incluyendo plantas, animales y nuestro planeta.
Investiga todo lo que es esencial para la vida y lo que puede perjudicarla, destacando la importancia de comprender los ciclos de la naturaleza, las estaciones y los elementos presentes en nuestro día a día.
El principal objetivo del Ayurveda es romper el ciclo de acción-reacción que nos mantiene atrapados en deseos, tristeza y rutinas impostas. Por eso, se enfoca en el autoconocimiento y la autoescucha, herramientas fundamentales para salir de la automatización. Este proceso nos permite entender nuestras verdaderas necesidades e identificar esos hábitos dañinos que a menudo pasan desapercibidos.
En Ayurveda, es vital respetar los ciclos internos de cada individuo, lo que significa que no se trata de seguir dietas restrictivas o genéricas; más bien, se busca profundizar hasta comprender nuestras necesidades únicas.
Además, hay que tener en cuenta, que la dieta es solo una parte de este viaje, ya que el Ayurveda nos invita a adaptar otros aspectos de nuestra vida cotidiana. Existen rutinas diarias que promueven una vida saludable y natural, y rituales de autocuidado como el masaje abhyanga y la práctica de pranayamas y sesiones de yoga.
En resumen, el Ayurveda nos brinda valiosas herramientas para mejorar muchos aspectos de nuestra vida, ayudándonos a encontrar un equilibrio y a sentirnos saludables tanto por dentro como por fuera.
La clave para una vida plena es conocer nuestro cuerpo, nuestra constitución, y adoptar aquellas cosas que nos benefician y dejar de lado aquellas que no. Puede parecer difícil al principio, pero una vez que empiezas a notar los cambios, te vas a convencer de que merece la pena vivir de forma más saludable.


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